Cuando diferentes instituciones proveen de forma articulada productos que tienen una finalidad social o persiguen un objetivo de gobierno, se puede llevar a cabo una gestión por resultados también en la administración pública. Pese a que parece que este tipo de gestión es menos probable en las administraciones públicas que en las empresas privadas, Elisabet Jané -consultora independiente con una larga trayectoria- ha demostrado que se trata de cómo se planifica una gestión y de qué resultados y productos se ofrecen, y no tanto de qué tipo de entidad o empresa lo hace. Así lo ha explicado en la última sesión técnica del Consorcio de Salud y Social de Cataluña (CSC), donde señaló que "la gestión por resultados da valor a lo que la administración pública aporta a la sociedad" y, ha insistido, que esto es posible y tiene sentido cuando se trabaja de manera intersectorial. Pero, esta intersectorialidad "necesita una planificación conjunta" que Jané ha detallado durante su conferencia, de la que puedes encontrar más detalles consultando su presentación o recuperando la sesión a través del perfil de Periscope del CSC.
A través de un diagrama de lógica aplicable a todos los proyectos, basado en inputs-actividades-productos-resultados, se puede mejorar la planificación y otorgar unos productos que lleguen a cumplir los resultados establecidos de inicio, eso sí "todos los resultados se deben poder medir" y deben tener en cuenta la población y los orígenes del problema que se quiere afrontar con cada proyecto. En este sentido, es clave que las políticas que se apliquen y los objetivos de estas estén bien determinados, y la propia Sánchez explicó que esto es aún más complicado en escenarios políticos cambiantes o con muchas estructuras poliédricas donde las políticas públicas dependen de estamentos diferentes.
Los casos de desnutrición en el Perú y Guatemala
Para ejemplificar que esta gestión por resultados es posible, Jané ha explicado el proyecto para reducir la desnutrición crónica en Perú y cómo el liderazgo del ministerio de Hacienda y la determinación del entonces presidente del gobierno de Perú fueron claves para poder aplicar una metodología intersectorial que realmente permitió reducir la desnutrición, tal como ha mostrado en resultados numéricos y contrastables. Durante la presentación también se ha expuesto el proyecto de desnutrición que Unicef puso en marcha en Guatemala y las dificultades que se encontraron. La disertación ha terminado en un debate abierto entre los asistentes sobre las políticas públicas y su aplicación en los diferentes proyectos y planes de salud.