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"Cerramos el 1r Congreso de Salud y Mundo Local. Abrimos una nueva etapa de trabajo conjunto."

Por Josep Mayoral, presidente del Consorci de Salut i Social de Catalunya

Punto final en el 1r Congreso de Salud y Mundo Local.

Ahora se abre el proceso de reflexión, de asea de los conceptos y las propuestas que compartimos en dos intensas jornadas. De ensartar conclusiones, de construir propuestas. De concretar posicionamientos y acciones del municipalismo hacia las políticas públicas de salud.

En mi intervención de clausura me atreví a poner a consideración de los asistentes debe hilos conceptuales que, desde mi punto de vista, merecería la pena estirar en los próximos meses.

  • Conviene trabajar en torno a las competencias municipales en materia de salud. Dificultades organizativas, limitaciones económicas, acompañamiento limitado por parte de la administración competente dificultan su despliegue integral. Hay que explorar la profundización de la capacidad municipal en la prevención y la protección de la salud. En la evaluación de riesgos. En las necesarias estrategias educadoras. Hay mucho campo para correr.
  • Los ayuntamientos vamos muy a menudo más allá de nuestras competencias. El histórico alcalde de Vitoria José Àngel Cuerda acostumbraba a repetir una frase: Allá donde se acaban mis competencias empiezan mis incumbencias. Hacer frente a los problemas de la gente -a todos los problemas de la gente-es la hoja de ruta de los electos locales. En materia social y de salud también. Y efectivamente el listado de buenas prácticas municipales que rebasan las obligaciones competenciales es extraordinario. No renunciamos. Expliquémoslas. Compartámoslas. Reivindiquémoslas. Buscamos su reconocimiento y su financiación.
  • Obviamente, las políticas de salud van más allá de los regidores responsables del tema. Defendemos salud a todas las políticas. La salud es demasiado importante para dejarla exclusivamente en manos del sistema sanitario. Construimos ciudades saludables desde el urbanismo, desde la cura del medio ambiente, desde la vivienda, desde la educación, desde la permanente lucha contra las desigualdades.
  • Estas políticas públicas no se pueden definir desde un despacho. Habla y escuchar es la clave. Hacen falta estrategias participativas que incorporen la mirada de la ciudadanía en la toma de decisiones. El despacho de los electos locales está en la calle, compartiendo problemas, desazones y esperanzas con todo el mundo. Y definiendo conjuntamente soluciones.
  • Tendremos que avanzar en la mejora de la coordinación de los diferentes agentes con incidencia en la salud del territorio. Hemos visto buenas prácticas que articulan bien las acciones municipales, las de la administración competente -que gestiona gran parte de las equipaciones sanitarias del territorio-, las de entidades del tercer sector. Analizamos estas buenas prácticas, documentémoslas y promovámoslas. Es imprescindible para racionalizar el gasto público, para ganar en eficiencia, pero sobre todo para poner a la ciudadana en el centro. Evitamos duplicaciones y paseos innecesarios por ventanillas mal conectadas.
  • Ponemos al frente de las buenas prácticas aquellas que están impulsando con decisión la integración social y sanitaria. Este tiene que ser uno de los pilares básicos sobre los cuales pivote la necesaria reforma del sistema de salud. Nuestra convicción es que esta integración solo saldrá bien si el Gobierno de la Generalitat es capaz de articularla desde un abordaje municipal con un liderazgo compartido con los ayuntamientos. La proximidad, una vez más, será un factor decisivo de calidad.
  • Profundizamos en el trabajo en red. Conectamos bien experiencias entre territorios. Unificamos estrategias. Definimos y compartimos instrumentos. Fortalecemos, desde la suma, la voz del mundo local. Hagámoslo de la mano de las entidades municipalistas, desde las diputaciones. También desde el Consorcio de Salud y Social de Cataluña. Es desde estas instituciones que se tendrá que abastecer los ayuntamientos de herramientas para la gestión, de espacios de reflexión y de formación.
  • Necesitamos generar espacios compartidos de gobernanza territorial de ámbito regional. Hace un par de décadas el país exploró la viabilidad de los Gobiernos Territoriales de Salud. Revisamos aquella experiencia y adaptémosla a los nuevos tiempos. Pero hace falta una tabla de concertación en que confluyan las miradas de la administración competente, de los ayuntamientos y de agentes sociales.
  • Hay que defender la singularidad del mapa sanitario catalán, que históricamente ha pivotado alrededor de equipaciones profundamente arraigadas en su territorio con un origen manifiestamente municipal. No menos de un centenar de ayuntamientos tienen responsabilidades directas en la gestión del sistema: fundaciones -muchas de ellas milenarias-, empresas públicas municipales, consorcios liderados por la Generalitat pero con fuerte presencia de representantes de la administración local. En los últimos años hemos vivido cierto proceso de centralización y una progresiva difuminación del papel de los consistorios fruto de circunstancias muy diversas. Definir el papel del mundo local a las instituciones sanitarias es imprescindible.
  • El mundo local tiene que expresar con voz alta y clara la voluntad de estar presentes en el debate sobre la revisión profunda que requiere el sistema social y de salud en Cataluña. El municipalismo tiene que ser clave en el dibujo de las reformas que tienen que venir. Y en su gestión.

El Congreso ha cumplido sus objetivos esenciales:

  • Poner sobre el azulejo el debate en torno al papel del mundo local en materia de salud, entendimiento en la suya vertiente más amplia, más integrada y más integradora.
  • Reivindicar la proximidad como un factor estructurante imprescindible en la definición de las políticas públicas.
  • Reforzar la presencia del municipalismo en la redefinición de las políticas sociales y sanitarias de Cataluña

Es la hora de definir con precisión las estrategias que el Congreso ha ido apuntando. Y progresivamente, irlas desplegando.

Por eso, las entidades representativas del mundo local nos citamos a seguir trabajando conjuntamente de manera inmediata. Y a la vez de preparar, para septiembre del 2025, el 2.º Congreso sobre Salud y Mundo Local.

Para hacerlo posible, contamos con el magnífico equipo que, desde el Comité Organizador y del Comité Científico, llenaron de contenido tan acertadamente las sesiones del Cosmocaixa. A todos ellos mi agradecimiento.

Se abre una etapa ilusionante. Con nuevo gobierno en Cataluña, con ayuntamientos renovados ahora hace poco más de un año. Tenemos en las manos la oportunidad de desplegar cambios profundos. Hay espacio para la esperanza.

Lo podemos hacer. Lo tenemos que hacer.