Los miembros del Plan integral de atención a las personas con trastorno mental y adicciones, del cual el CSC forma parte, asistieron ayer, 14 de diciembre, al Pleno monográfico sobre salud mental.
La primera intervención fue a cargo de Mercè Torrentallé, activista en salud mental y vicepresidenta de Abiertamente, quién explicó, desde su vivencia en primera persona, la realidad del colectivo de personas con problemas de salud mental, las cuales tienen graves dificultades en su entorno afectivo, laboral y en el acceso a la vivienda, hecho que se traduce en tasas elevadas de pobreza y vulnerabilidad. "No somos enfermedades con patas. No estamos brotados ni los 365 días del año ni las 24 horas del día. Y queremos ser responsables de nuestras decisiones," reivindicó Torrentallé, apuntando a la necesidad de hacer un abordaje integral de la salud mental.
Por parte del Gobierno, el presidente Aragonés calificó "de auténtica emergencia emocional" y "auténtica crisis de salud mental" la situación a la cual nos ha adentrado la Covid-19. Según explicó, el Gobierno dará pasos importantes para afrontar este problema, como es asignar más de 580 millones de euros en los presupuestos de 2022 a políticas de salud mental y bienestar emocional.
El presidente también abogó para "mejorar la coordinación entre los diferentes ámbitos en que es responsable el Gobierno y "fortalecer la cooperación con el conjunto de instituciones", especialmente con el mundo local, así como crear "un mapa de recursos integral y territorializado", que incluya los servicios de las diferentes administraciones, pero también las herramientas creadas por la misma sociedad civil y las entidades sociales. En paralelo, el presidente apostó por la creación de un "Observatorio de la Salud Mental y el Bienestar Social", que permita establecer un sistema de registro que ayude a mejorar la acción de prevención, detección y acompañamiento.
En la misma línea, la consejera de la Presidencia, Laura Vilagrà Pons, manifestó la necesidad de una "estrategia de país", que aglutine todos los recursos de los departamentos de la Generalitat y otras instituciones, de forma que se pueda dar respuesta a toda la ciudadanía en todas las etapas vitales.
Por su parte, el consejero de Salud, Josep Maria Argimon, resaltó que la salud mental es la prioridad del Departamento y explicó el nuevo Plan de Salud 2021-2025, que incorpora una visión de salud más allá de la atención sanitaria, incorporando los determinantes sociales de salud. El consejero manifestó, pero, que el pacto de Salud Mental "tendrá éxito si el Departamento de Salud, a pesar de destinar más recursos, tiene poco protagonismo. Porque querrá decir que estamos abordando realmente los problemas de raíz", va subrayado. Esto quiere decir, según Argimon, "avanzar en un abordaje transformador, en una gobernanza intersectorial y multifactorial, en todo el Gobierno y toda la sociedad, y aquí el Pacto Nacional tiene que tener un papel clave".
Desde CSC estamos colaborando activamente para hacer realidad esta estrategia de país, tanto desde el Plan Integral como desde Abiertamente y, ahora, con el Pacto de Salud mental, con nuestros órganos de participación en salud mental.