El Consorci de Salud i Social de Catalunya celebró, el pasado 30 de junio, el segundo encuentro de Salud Pública de este año, abordando el impacto de la pandemia de la Covid-19 en la vigilancia y el control epidemiológico. La sesión, moderada por Lucía Artazcoz, directora del Observatorio de Salud Pública de la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB), contó con la introducción de la secretaria de Salud Pública del Departamento de Salud, Carmen Cabezas. La ponente señaló el esfuerzo conjunto de toda la sociedad y del sistema para administrar 17 millones de dosis de vacunas, y la importancia de los cambios en los sistemas de información.

La ponencia fue a cargo de Cristina Rius, jefa del Servicio de Epidemiología, de la Agencia de Salud Pública de Barcelona, Jacobo Mendioroz, subdirector general de Vigilancia y Respuesta a Emergencias de Salud Pública de la Agencia de Salud Pública de Cataluña, y Begoña Roman, profesora de la Facultad de Filosofía de la Universitat Autònoma de Barcelona y presidenta del Comité de Ética de Servicios Sociales de Cataluña.

En la primera presentación, Cristina Rius se centró en la vigilancia y control epidemiológico en una gran ciudad, antes y después de la COVID-19. Explicó que, en la ciudad de Barcelona, se investigan anualmente 250 brotes, y entre 12.000 y 14.000 enfermedades. Además, añadió que existe la necesidad de integración de los sistemas de información en el resto de afecciones, de sistemas de validación automática, y de la automatización de procesos y datos en tiempo real. Por último, destacó la importancia de la colaboración entre los diferentes ámbitos, la comunicación adaptada y de calidad, y tener cura de los profesionales de la salud pública.

A continuación, intervino Jacobo Mendioroz, profundizando en las lecciones aprendidas y propuestas de mejora por el futuro. En cuanto a los aspectos positivos, destacó la reflexión social y conciencia del auto-cuidado, la coordinación y transversalidad, la transparencia y los datos abiertos, así como la creatividad e innovación. En cuanto a los aspectos a desarrollar, Mendioroz indicó la protección de la vulnerabilidad, teniendo en cuenta los determinantes en salud y las consecuencias del aislamiento y el control de la infección.

Finalmente, Begoña Roman abordó las medidas de control epidemiológico desde la perspectiva de la ética. La ponente indicó la complejidad existente para conciliar las medidas poblacionales con los derechos individuales, así como la importancia de los determinantes en salud, puesto que han sido los más vulnerables quién han sufrido más la pandemia. Otro aspecto que destacó fue la necesidad de reparto de riesgos entre la población, y la gestión de la confianza y transparencia.

El video completo del encuentro ya está disponible.