La colaboración público-privada es una sinergia clave para el avance del sector digital de la salud. Esta fue la conclusión principal a la que se llegó en la primera jornada Post-Mobile World Congress (MWC) que organizó el Área de Innovación y Partenariado del Consorci de Salut i Social de Catalunya (CSC) el pasado 17 de mayo, en la misma sede del CSC.
El encuentro, que reunió a varios expertos en innovación, no sólo sirvió para poner en común las experiencias vividas durante la visita a la feria más importante de innovación y telefonía móvil del mundo, sino que también fue un espacio para compartir impresiones y puntos de vista sobre el papel de la tecnología en el sector salud.
Así, de entre las principales reflexiones que se expusieron destaca que, en el momento de establecer colaboraciones entre entidades públicas y empresas privadas, es necesario un proceso inicial para valorar la posible colaboración y, en caso de no tener todas las condiciones para sacar un proyecto adelante, saber decir "no" de forma rápida y justificada. En este sentido, una segunda reflexión aplicada al sector salud es que un hospital, por ejemplo, tiene recursos limitados para poder gestionar proyectos y, de las inversiones que hace, espera un retorno. Aparte de ser un socio para desarrollar proyectos, el hospital también debe tratarse como un inversor.
Tal y como explicaron en la jornada, la colaboración público-privada tiene efectos para el centro sanitario que participa, pero también para la empresa emergente que se involucra en el proyecto. Así, para un centro sanitario, este tipo de colaboraciones tienen como efecto positivo que pueden aumentar el conocimiento de los profesionales sobre TIC y, desde luego, actualizar sus sistemas y procesos. Como parte negativa, los tiempos de adopción de estas tecnologías es largo y a menudo implica un cambio cultural dentro de la organización que no es sencillo. Por su parte, los efectos positivos de este tipo de colaboraciones en las empresas emergentes es que permiten validar la herramienta en un contexto real, con la consiguiente aportación de los profesionales para poder mejorar su rendimiento y prestaciones finales. Sin embargo, la parte negativa es que los tiempos y recursos de una empresa emergente son limitados y, por lo tanto, hay que elegir bien las colaboraciones.
Finalmente, la transformación digital del sector de salud está modificando la manera que hasta ahora se tiene de atención al usuario, así como de los tratamientos. Las principales conclusiones que se extrajeron en la jornada al respecto fueron:
- Cada vez se promociona más el tratamiento y cuidado del paciente en su casa y utilizar el hospital como centro control y para casos agudos.
- El tratamiento de los datos es un pilar principal para las instituciones públicas. Las empresas deberán adaptar sus soluciones a los requisitos de la Administración.
- Las tareas administrativas de los centros sanitarios, como la programación de citas, recetas o informes, estarán pronto totalmente digitalizadas.
- La transformación digital también va de personas; el cambio generacional hace que profesionales y pacientes cada vez estén más formados en la era digital.