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Presentamos un informe que propone potenciales soluciones para mejorar el abordaje de la depresión y de la prevención del suicidio

El Consorci de Salut i Social de Catalunya (CSC) i l'Hospital Universitari Parc Taulí han presentado hoy, en el marc d'un taller organitzat pel Consorci, el informe Reptes i actualització en l'abordatge de la depressió, un documento que identifica los principales desafíos para el abordaje integral y efectivo de la depresión y de la complicación más grave de esta enfermedad mental, el suicidio.

El informe indica que existe una carencia de detección y de adecuación diagnóstica que limita o retrasa las intervenciones terapéuticas y el apoyo efectivo basados en la evidencia científica que se brinda a los pacientes. En este sentido, el documento refleja que en los aspectos relativos a la criba, al diagnóstico y al tratamiento de la enfermedad es donde hay que incorporar soluciones y herramientas innovadoras para poder mejorar la atención que reciben las personas con depresión.

Bajo la dirección del Dr. Diego Palao, director de Salud Mental del Hospital Universitario Parc Taulí de Sabadell, han participado en la elaboración del documento Adam Álvarez, investigador postdoctoral del Departamento de Psiquiatría y Medicina Legal de la Universitat Autònoma de Barcelona; Virginia Soria, directora del Servicio de Salud Mental de Adultos del Hospital Universitario Parc Taulí, y Oran Contreras, profesora agregada del Departamento de Psiquiatría y Medicina Legal de la Universitat Autònoma de Barcelona. El equipo del Área de Innovación y Partenariado del CSC ha coordinado el proyecto, en el cual también han colaborado los investigadores Enric Segura i Eleonora De Filippi.

Cinco retos y cinco posibles soluciones

Los cinco retos que ha detectado el informe se basan a identificar y gestionar los factores de riesgo asociados con la depresión, desarrollar e implementar tratamientos basados en la evidencia científica accesibles y efectivos para todos los pacientes, personalizar los tratamientos según las necesidades y las características de cada paciente, abordar la depresión resistente y revisar las consecuencias más graves de la depresión, como es el suicidio. Para hacer frente a estos desafíos, se proponen cinco posibles soluciones: la mejora del conocimiento de la enfermedad y la facilidad de disponer de herramientas de autoevaluación digital, la integración de modelos de gestión de la salud mental que combinen atención primaria y especializada, la mejora de la personalización de los tratamientos, el uso de farmacoterapias para el tratamiento de la depresión resistente al tratamiento o la promoción de programas de intervención integrada por la prevención del suicidio.

Hacia un sistema público más eficaz en el tratamiento de la depresión

El proyecto, que ha reunido cuatro expertos en salud mental y psiquiatría, establece que, para abordar la elevada prevalencia de la depresión y la enorme carga sanitaria, social y económica en la población, es esencial desarrollar un ecosistema eficaz para la atención de esta condición en los sistemas públicos de salud.

L'estudi del CSC i l'Hospital Universitari Parc Taulí detalla que el sistema sanitario tiene que impulsar un análisis profundo sobre qué tienen que ser las estrategias priorizadas para inducir cambios que garanticen un tratamiento solidario, no estigmatizando, accesible, equitativo y eficaz, basado en la evidencia científica, en personas con diagnóstico de depresión.

La incidencia de la depresión en España

En los últimos 12 meses, en España ha habido una prevalencia de los diagnósticos de depresión de un 5,3%, y una prevalencia de la sintomatología depresiva, independientemente de la severidad, del 12,7% en individuos mayores de 15 años. Así mismo, en el ámbito nacional, la tasa de suicidios se sitúa en 7,9 por cada 100.000 habitantes.

Según se recoge al informe Retos y actualización en el abordaje de la depresión, el impacto socioeconómico de la depresión asciende a 5.000 millones de euros, que se asocia a factores como la pérdida de productividad, la necesidad de atención médica y de tratamiento, y la mortalidad. En este sentido, se calcula que, mediante la prevención y un tratamiento eficaz, los gastos sanitarios y gubernamentales asociadas a la enfermedad podrían suponer un retorno de 15 euros por cada euro invertido, pero, además, esta cifra podría aumentar hasta 44 euros al contabilizar los gastos generados por la pérdida de productividad.